miércoles, 3 de enero de 2018

POSTAS POTENCIA TREN INFERIOR

Postas potencia tren inferior.

Descripción

Se trata de 3 postas con movimientos específicos del fútbol para trabajar la fuerza - velocidad en tren inferior. Sharán 3 repeticiones de un posta sin descanso y, después de 2' de recuperación, se pasa a la siguiente. La intensidad del ejercicio tiene que ser máxima, con movimientos explosivos en de frenadas y arrancadas y con saltos reactivos.

En el vídeo se puede ver el ejercicio. 

Objetivos

- Desarrollar la potencia en tren inferior.
- Favorecer una adaptación general a los esfuerzos específicos del fútbol.
- Aumentar la capacidad de recuperación durante los esfuerzos específicos en competición.

Material

- Vallas bajas y altas, picas, conos, escaleras de coordinación.

Vídeo del ejercicio. Entrenamiento CD Manacor Juvenil DH.


miércoles, 20 de diciembre de 2017

POSTAS POTENCIA AERÓBICA

Postas potencia aeróbica con fuerza y coordinación específica.

Descripción

Se trata de 3 postas con movimientos específicos del fútbol para trabajar la capacidad y potencia aeróbica. Con este fin se harán 4 repeticiones de cada puesta, en total 12. La intensidad del ejercicio no tiene que ser máxima, aunque debe ser la más alta posible para cada futbolista ya que tiene que poder realizar todas las puestas con descansos activos y muy cortos durante los 25-30 minutos que dura el ejercicio. Igualmente, el tiempo de recuperación entre puestas debe ser bajo.

Las 3 postas tienen siempre las siguientes fases:

1- Fuerza tren inferior (10 sentadillas, 15 elevaciones de talones y 5+5 split adelante)
2- Fuerza en movimientos específicos y acción técnica (devoluciones de cabeza, media altura y rasos).
3- Saltos explosivos.
4- Desplazamientos con acciones técnicas específicas (conducción, control, pase, remate de cabeza).
5- Progresión 30m acabando a un 80%.

En el vídeo se puede ver el ejercicio. 

En este caso había 4 jugadores por puesta que es el mínimo para que la rotación del ejercicio pueda funcionar (ya que siempre debe haber 2 jugadores que recuperan mientras pasan la pelota a los compañeros). Lo ideal seria 5 jugadores por puesta y, cuantos más haya, mayor sera el tiempo de recuperación.

Objetivos

- Desarrollar la capacidad y potencia aeróbica.
- Favorecer una adaptación general a los esfuerzos específicos del fútbol.
- Aumentar la capacidad de recuperación durante los esfuerzos específicos en competición.
- Toma de decisión en fatiga / Resistencia a la técnica.

Material

- Balones de fútbol, vallas bajas, picas, conos, escaleras de coordinación, aros.

Vídeo del ejercicio. Entrenamiento CD Manacor Juvenil DH.



viernes, 12 de agosto de 2016

ENTRENAMIENTO EN TRANSICIONES

En esta entrada voy a resumir el contenido de la conferencia “Estrategias en el fútbol” que se celebró en Manacor el pasado 18 de Junio y en la que actué como ponente tratando un aspecto concreto en las fases de juego del fútbol y su entrenamiento: las transiciones. 


1- IMPORTANCIA DE LAS TRANSICIONES EN COMPETICIÓN

Antes de empezar, vamos a ver la importancia de las transiciones en competición. El objetivo del fútbol en rendimiento es ganar, y para ganar hay que meter más goles o recibir menos que el contrario. Este gráfico, de elaboración propia a partir de diferentes estudios, muestra el origen de los goles en el fútbol actual:



Del total de goles conseguidos, el 30% provienen de situaciones a balón parado, el 50% de acciones inmediatas a una transición y solamente un 20% de los goles se consiguen en ataque posicional o directo.

De este 50% de goles obtenidos después de una transición, los estudios afirman que:

  • Acciones entre 2-3 jugadores ejecutadas a gran velocidad son la base de las transiciones ofensivas que acaban en gol.
  • La mayor parte de los goles se consiguen en transiciones ofensivas de menos de 15 segundos.
  • Los ataques rápidos son los modelos de juego ofensivo más peligrosos ya que en gran parte de las jugadas de gol no superan los 3-4 pases.
  • La probabilidad de hacer gol disminuye mucho si la transición ofensiva supera los 5 pases.

De ahí podemos deducir que cuanta más velocidad apliquemos en las acciones inmediatas a la transición, más posibilidades habrá de sorprender al rival ya que existirán más espacios y desorden en el caso de la transición ofensiva; o menos controlada estará la posesión de la pelota en el caso de la transición defensiva.

Con todo esto, resulta evidente que en el futbol actual, dominar las fases de transición  será decisivo ya que es un momento en el que existirá siempre, en mayor o menor grado, una desorganización colectiva para defender con garantías.

Una vez demostrada la importancia de las transiciones en competición, voy a detallar algunas claves e ideas subjetivas sobre estas.

2- ELEMENTOS COMUNES EN LAS TRANSICIONES

No voy a entrar en aspectos tácticos de cómo se tienen que hacer las transiciones en cada momento de juego ya que esto dependerá de cada entrenador, de su sistema y estilo de juego propio y del contrario, del resultado, de la zona donde perdemos / recuperamos…

Aunque bajo mi concepto existen elementos comunes que tienen que tener todas las transiciones, tanto si replegamos o presionamos en el caso de la transición defensiva, como si contraatacamos, jugamos directo o posicional en el caso de la transición ofensiva.

Antes de todo, quiero matizar que, aunque en general las transiciones se consideran una fase de juego, por ejemplo en la periodización táctica, yo creo que solo existen dos fases de juego: cuando tenemos la pelota (ataque) y cuando el rival tiene la pelota (defensa).

No considero las transiciones como fases del juego ya que no existe tiempo entre atacar y defender, es imperceptible porque el paso de una fase a otra es inminente e interactúan constantemente. No hay un intervalo temporal en el que no pasa nada: cuando robamos la pelota ya estamos atacando en este robo y cuando perdemos la pelota, ya estamos defendiendo en la propia pérdida.

Así pues, yo entiendo la transición como el nombre que adquiere el cambio de rol o de posesión en cualquier momento y lugar. Aunque sí que es verdad que los patrones de actuación en los instantes inmediatos a la pérdida o recuperación tendrán unas características especiales y, además, serán de gran importancia, como hemos visto.

Por el hecho de que durante el juego las fases interactúan, los jugadores de los dos equipos deben estar preparados constantemente para el cambio de rol en un momento inesperado.

Por eso considero que, como elemento común, tanto para atacar como para defender bien estas situaciones, y sea cual sea nuestra idea de juego, es muy importante el aspecto psicológico ante el cambio de rol, es decir, la actitud que adopten los equipos ante una situación de perdida / recuperación de la pelota. Es vital cambiar rápidamente la mentalidad defensiva u ofensiva para adaptarse al nuevo rol que requiere el juego.

Cambiar el “chip” de forma natural y automática es una virtud de pocos jugadores, los más agresivos, concentrados y competitivos aunque es un aspecto que puede y debe entrenarse ya que en muchos casos determinará el éxito en una transición defensiva u ofensiva.

3- DEMANDAS FÍSICAS EN LAS TRANSICIONES
Otro factor importante relacionado con las transiciones es el componente físico que demandan. Los requerimientos físicos de las acciones inmediatas a la transición, además de ser muy decisivas, significan gran parte de los esfuerzos más exigentes en competición.
Para analizar mejor esta afirmación, voy exponer algunos datos y conclusiones de diferentes autores que han hecho análisis sobre como son los esfuerzos del fútbol en competición. Estos estudios coinciden en que los futbolistas están gran parte de los 90’ parados, caminando o corriendo a ritmo moderado y que solamente corren a velocidad alta o máxima entre el 5-10% del tiempo total.


Pero aunque ocupen poco tiempo, los autores defienden que estos esfuerzos máximos o sprints tienen una gran significación en el resultado ya que se suelen concentrar en los alrededores de la pelota e incluyen acciones técnicas y defensivas decisivas.

Este 5% de esfuerzos a alta intensidad, significan entre 1,7 – 2,5 km de los 10 – 13 que puede hacer un futbolista en un partido. Además, este 5% incluye entre 120-150 sprints de 5 a 15m que duran entre 2-7’’ y la recuperación varía entre los 30-60’’.

Estos esfuerzos específicos anaeróbicos, (que son breves pero intensos) combinados sobre una base aeróbica (que sería la gran parte de los minutos de un partido) se entienden como “la resistencia específica del fútbol”.

Así pues, entendiendo el entrenamiento de rendimiento desde una visión integrada, para entrenar según estos requerimientos concretos del juego en competición, tenemos que intentar, en los ejercicios y sesiones que planteemos, reproducir estos esfuerzos de modo que la transferencia y la especificidad sea máxima.
Y personalmente creo que los ejercicios que incluyen y facilitan las transiciones son un claro ejemplo de esto: “acciones breves e intensas que se pueden reproducir de forma sucesiva e incierta y que, además, resultan decisivas en el resultado”.
De hecho, bajo mi criterio, las transiciones suponen la máxima expresión de la resistencia específica en el fútbol ya que ocupan la mayor parte de acciones que se tienen que hacer al 100% de intensidad. En ataque y en defensa posicional, solamente los marcajes y desmarques o las acciones de 1x1 se harán a máxima velocidad y, en cambio, existirán muchos otros momentos (basculaciones, movimientos de equilibrio entre líneas, coberturas, vigilancias, movimientos de ocupación racional del terreno de juego…) que, en gran parte del tiempo, no implicaran movimientos intensos.
A modo de ejemplo, en este ejercicio de 3x2 con transiciones constantes, detallé los requerimientos físicos registrados con GPS y pulsómetro para ver si estos se asimilan a las demandas que exige la competición.
4- TRANSICIONES Y ENTRENAMIENTO INTEGRADO
En referencia al entrenamiento de las transiciones, aunque ha quedado demostrada su relevancia en el fútbol, aún parece que son un aspecto bastante olvidado en el entrenamiento ya que no se dedica la importancia ni el tiempo de entrenamiento proporcional a esta relevancia.
Esta afirmación es solamente una sensación pero pienso que en general, la realidad del entrenamiento actual se basa en el predominio de un entrenamiento táctico, con ejercicios y sesiones dirigidas a perfeccionar el modelo de ataque y defensa posicional, con pautas de actuación concretas y sin dar continuidad a las acciones después de un cambio de rol, cosa que provoca que se conviertan en situaciones, hasta cierto punto, previsibles y estandarizadas. Igualmente, las situaciones a balón parado, por ser acciones con un tiempo de preparación previo, son siempre acciones conocidas y organizadas ya que los jugadores, tanto en ataque como en defensa, suelen conocer las zonas, momentos y acciones de actuación.
En cambio, las transiciones suponen la máxima expresión del carácter imprevisible e incierto del fútbol ya que nunca sabremos donde recuperaremos, donde caerá el balón en una segunda jugada ni como estará colocado en el terreno el equipo propio y rival en el momento de cambiar de rol.
Eso explica que sea habitual ver como equipos actúan con criterio a la hora de defender una primera fase en la que la pelota está controlada por el equipo que ataca y estando todo el equipo por detrás de la pelota. Igualmente también puede pasar en el momento de iniciar la acción ofensiva, en la que el equipo tiene claro las pautas a seguir en las fases de inicio y ante una defensa posicional. No obstante, en muchos casos, estos equipos que dominan las fases de ataque – defensa posicional pueden tener muchos problemas para defender ante una situación desconocida y abierta o para aprovechar la ventaja de atacar después de recuperar la pelota.
Les fases de transición (tanto ofensiva como defensiva) son momentos del juego en que resulta imposible ofrecer pautas de organización concretas, ya que, serán siempre imprevistas y abiertas, nunca se desarrollaran en las mismas condiciones exactas. Aunque sí que se puedan dar consignas e ideas generales de cómo se tiene que actuar en cada transición; la forma de desarrollar estas ideas dependerá siempre del contexto del momento. Por ejemplo, podemos decir a nuestros jugadores que cuando perdemos pelota en zona de ataque tenemos que presionar los primeros pases del equipo contrario y si salen de esta presión, replegarnos. Esta sería la pauta de actuación general pero cuando se deba de llevar a cabo, esta acción estará condicionada por la zona donde perdemos, la cantidad de jugadores que intervienen, la colocación, si el contrario tiene la pelota controlada o no, el resultado, el estado físico…
Por esto considero que  un entrenamiento en transiciones eficaz tendrá que ser siempre integrado, con ejercicios abiertos e inciertos que permitan simular la realidad del juego para transmitir pautas, sensaciones y actitudes a nuestros jugadores.